ORIGEN Y EVOLUCION DEL TEATRO
El teatro es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas en un escenario, ante un público. En adición a la narrativa común en el estilo de diálogo Se llama teatro al edificio destinado a la representación de obras dramáticas o a otros espectáculos propios de la escena.
¿Cómo nació el teatro?
El teatro nació en el momento en que el
hombre por la creación de mitos, dioses y seres superiores, tenía que rendirles
algunas ofrendas para obtener beneficios y parabienes. En Grecia surgió con el
Ditirambo, que consistía en bailar y cantar en torno a Dionisio, el Dios del
vino y la fertilidad. Las representaciones teatrales se iniciaron en
festividades dedicados a danza y representaciones mímicas. Pero estas escenas tienen su
origen en el hombre primitivo, que al realizar danzas y
ciertos movimientos rítmicos en honor al fuego, al sol, a la lluvia el agua y otros fenómenos naturales, inicia los
ritos religiosos y las representaciones aunque muy rudimentarios, son el origen
del teatro
Festividades dedicados a danza Después incluyeron en el baile, un dialogante o actor, que
iba contestando al coro que entonaba los cantos, así surgió él dialogo en el
teatro. El diálogo es el elemento fundamental en el teatro.
Un poco más de un siglo, los griegos
crearon dramas y comedias que aun interesan y conmueven.
El padre del drama griego
Esquilo nació en Eleusis, cerca de
Atenas, celebre entonces por allí seres y su famoso templo, el año 525 antes de
Cristo en aquella época, las obras formaban parte de las ceremonias para rendir
culto a los dioses , y el teatro se hallaban en pleno desarrollo, si bien era un teatro distinto al que
conocemos hoy En cierta ocasión cuando esquilo era un niño , su padre lo mando
al viñedo , a vigilar que nadie robara la uva madura , según una leyenda
antigua .se quedó dormido y tuvo un sueño en el que se le apareció Dionisio ,
el dios del vino y la alegría , y le ordeno que escribiera una tragedia. la
escribió ,y otra y después otra más hasta cerca de noventa llegando a
convertirse en uno de los tres mejores poetas dramáticos que jamás hayan
existido .
Teatro
Precolonial en México
Es difícil pensar, al igual que como sucede con
la música o la literatura, que el teatro haya sido una práctica disciplinada en
años anteriores a las primeras civilizaciones mesoamericanas en nuestro país,
tal como lo fue la de los Olmecas. Mucho de lo que se cree sucedía en lo que a
esta rama del arte se refiere eran ceremonias religiosas o con algún motivo
especial, pero muy probablemente se enfocarían más a presentar música y danza,
más que teatro.
Cuando las primeras civilizaciones comienzan a
surgir en nuestro país, el teatro tomó un poco más de forma, ahora
probablemente se le daba un lugar especial en dónde llevarse a cabo, pero de
igual manera seguirían teniendo algún fin religioso, lejos de ser simplemente
una actividad de entretenimiento. Cuando estas “obras” tomaban lugar, más que
nada se trataba de texto leído entre dos o más personas, representando algunos
a dioses y otros a hombres.
Se cuenta con un texto dramático Maya llamado
“Rabinal Achí”, que plantea la pelea entre dos guerreros divinos. Se requería
música, vestuario especial y una forma primitiva de actuación para llevarse a
cabo.
Teatro:
Forma Evangelizadora
Al igual que con las demás formas de arte ya
mencionadas, el teatro fue, quizá con mayor importancia que las otras, una
fuerte herramienta de la que se valieron los españoles para evangelizar a los
indígenas en nuestro país. Mediante obras de teatro sencillas presentaban la
vida de Jesucristo, su Pasión y su Muerte. Muchas de las lecturas halladas en
el Nuevo Testamento fueron representadas en mayor o menor medida para su simple
comprensión. Las conocidas “pastorelas” hoy en día son fruto de aquellas épocas
remotas, en donde se utilizaban vestimentas muy sencillas pero adecuadas,
músicalización también bastante simplificada, cantos, bailes y actuación
alegre. Un siglo duró esta práctica meramente evangelizadora.
Teatro
mexicano en el Siglo XVII
Sor Juana Inés de la Cruz es considerada una de
las primeras defensoras de los derechos de la mujer en nuestro país. Cuando sus
escritos alguna vez dejaron de ser de carácter religioso, recibió una llamada
de atención por parte del Obispo bajo el cual ella era subordinada. Ella
contestó aquello diciendo que lo seguiría haciendo dado que tenía derecho a
hacer lo mismo que los religiosos varones hacían en esa misma época. Era una
figura ejemplar en genialidad, no solo era escritora, sino que también tocaba varios
instrumentos. Por otro lado, aunque su principal campo temático fue la poesía,
escribió algunas comedias y autos sacramentales (especie de obra de teatro con
tema puramente religioso). “Los Empeños de una Casa” y “El Cetro de José y el
Divino Narciso” son dos de sus obras con tintes teatrales más memorables.
También realizó obras dramáticas el escritor Juan Ruiz de Alarcón a finales de
este siglo XVII.
Siglos
XVIII y XIX
El teatro en México se vio gravemente aturdido
por todo lo que la Independencia implicó. El descontento generalizado de todo
el país pondría las ideas y la creatividad en otro sitio, y los lugares para
llevar a cabo teatro no eran abundantes. El país cayó en un bache cultural,
pero logró el premio mas anhelado por el ser humano: la libertad.
Cuando todo pasó a un clima de tranquilidad
ahora cuando menos respirable, las cosas regresaron a una normalidad relativa,
y los escritos empezaron a fluir. Sobresalieron entonces autores románticos
como Fernando Calderón y Manuel Eduardo de Gorostiza. Por éstas épocas se creó
en México el concepto de “zarzuela”, y muchas obras prosiguieron bajo ese
estándar. Se convirtió en una de las formas de teatro más populares de
entonces.
Siglo
XX
La zarzuela tenía tintes españoles, pero la
mayor parte de las veces trataba sobre temas mexicanos. A finales del siglo
anterior y a principios de este, se hizo mucho énfasis en que los actores
hablaran con acento español, práctica que aún prevalece en nuestros días. José
F. Elizondo creó la zarzuela “Chin-Chun-Chan”, en el año de 1904, que se
convertiría en la primera obra presentada en México en alcanzar las 1000
representaciones. Dos años antes, en 1902, se había formado la Sociedad de
Autores Dramáticos, que tenía como interés principal el documentar obras de
autores mexicanos. Fue en estos tiempos, a la par de la Revolución Mexicana,
que el teatro en nuestro país comenzaba a tomar forma como algo que perseguía
las tradiciones y el folklore del país, e intentaba dejar atrás la influencia
española. Xavier Villaurrutia y Salvador Novo fueron dos pilares en la
construcción de una nueva era en lo que al teatro mexicano de vanguardia se
refería.
En 1925 se formó la Unión de Autores
Dramáticos, la cual tenía como objetivo dar conferencias, pláticas y en general
fomentar la cultura del teatro en México. Manuel Díaz Barroso sería el titular
de este organismo. Sacarían al público obras como “Véncete a Ti Mismo”, y
posteriormente, Díaz Barroso y 6 de sus colaboradores terminarían llamándose
“El Grupo de los Siete Autores”. Existían otros grupos de esta índole, tales
como “Escolares de Teatro”, “Teatro de Ulises” y “Teatro de Orientación”. Se
tuvieron incluso publicaciones como “Contemporáneos”, la cual consistía de algo
parecido a una revista que abarcaba muchos temas relacionados con el teatro
mexicano, primordialmente el trabajo que se estaba llevando a cabo, y los
avances que se habían logrado en separarse de lo español. El ya mencionado
Xavier Villaurrutia y Celestino Gorostiza eran los encargados de su edición.
Cabe destacar que estos grupos teatrales mexicanos fueron de los primeros en
contratar a sus actores y realizar todo el espectáculo sin fines comerciales,
únicamente para contar con lo necesario para sustentarse pero haciendo énfasis
total en destacar el arte como tal.
Para 1950, el teatro universitario se convirtió
en una realidad, gracias a nombres como Villaurrutia, Novo, Usigli y Gorostiza.
Obras como “Corona de Sombra”, “Medio Tono” y “El Gesticulador” darían el
empuje necesario en todos los niveles para que la carrera de Literatura
Dramática y Teatro fuera creada en la facultad de Filosofía y Letras en la
Universidad Nacional Autónoma de México. El realismo se había apoderado
entonces tanto de escritores como de directores y actores, la mayoría de las
obras que entonces se pusieron en escena bajaban a un plano de realidad cada
vez más intenso. Emilio Carballido en la década de los 80’s, con la obra “Rosa
de Dos Aromas”, sería un grandioso ejemplo de un teatro lleno de talento,
experiencia y arte, estando en escena por más de 5 años y alcanzando más de
2500 representaciones. Otros nombres importantes de esta época son: Luisa
Josefina Hernández, Héctor Mendoza, Sergio Magaña, Luis de Tavira, Julio
Castillo, Juan José Gurrola, Luis Basurto, Héctor Azar y Vicente Leñero.
Cabe destacar la importancia que tienen dos
festivales de renombre internacional en nuestro país en donde el teatro es
pieza fundamental: el Festival de la Ciudad de México, y el Festival Cervantino
de la ciudad de Guanajuato. Actualmente el teatro es presentado en niveles
semi-profesionales por muchas universidades del país, siendo una de las
completas el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
(ITESM), que cuenta con centros de Difusión Cultural en muchos de los Campus en
diferentes ciudades de México.